¿Por qué con un otorrino?
Durante su periodo de formación el otorrino aprende a dominar toda la anatomía de la cara y de la nariz, pues muchas de la patologías que él trata está localizada en el rostro y el cuello. Por eso el otorrino bien entrenado domina mejor que cualquier especialista la anatomía facial y nasal.
En el caso concreto de la rinoplastia un otorrino experto ofrece más garantías que un cirujano plástico. Esto se debe a que el otorrino conoce bien el funcionamiento de la respiración nasal y al realizar una rinoplastia lo tendrá en cuenta. Domina la cirugía del tabique nasal o septoplastia, por lo que si tienes algún problema respiratorio él mismo puede solucionarlo.
No olvides que la nariz está ahí para algo más que para lucir bonita, está para respirar y al practicar una rinoplastia en manos poco expertas esta función puede dañarse.
Si se es agresivo a la hora de quitar cartílago de la punta nasal o si no se sabe hacer una septoplastia los resultados a nivel funcional serán malos, pero también a nivel estético.
Es preocupante ver como a la consulta llegan a veces pacientes que tuvieron la mala suerte de caer en manos de cirujanos que solo se preocuparon de la parte estética llevando a resultados en algunos casos catastróficos que requieren una nueva cirugía para poder volver a respirar y en muchos casos para mejorar la parte estética.
Esta cirugía de revisión o secundaria siempre es más difícil, pues en algunos casos se necesita usar cartílago de la oreja para reconstruir la anatomía nasal.
Por eso si deseas realizarte una rinoplastia hazlo con alguien que domine no sólo la parte estética sino también la respiratoria.
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