El examen de audiometría evalúa la capacidad de un individuo para escuchar sonidos. Los sonidos varían de acuerdo con el volumen o fuerza (intensidad) y con la velocidad de vibración de las ondas sonoras (tono). |
El examen de audiometría evalúa la capacidad de un individuo para escuchar sonidos. Los sonidos varían de acuerdo con el volumen o fuerza (intensidad) y con la velocidad de vibración de las ondas sonoras (tono). |
Para niños mayores de 5 años y adultos de todas las edades los estudios que más comúnmente se realizan de forma inicial son los siguientes:
Audiometría tonal: evalúa los umbrales auditivos en los distintos tonos (desde graves hasta agudos) para cada oído. Se emiten los sonidos y el paciente debe responder si es capaz de oírlos, uno por uno. Se confecciona una tabla de resultados. Los mismo se miden de decibeles. No se utilizan escalas porcentuales.
Logoaudiometría: Evalúa el entenidimiento (inteligibilidad) de las palabras. Se leen listas de palabras a distintas intensidades de volumen y el paciente debe repetirlas según lo que haya comprendido
Tímpanometría; evalúa la complacencia de la membrana timpánica. Los resultados pueden determinar si existe líquido en el oído medio, presión negativa o endurecimiento de la cadena de huesecillos.
Evaluación del reflejo estapedial: este estudio determina la presencia e intensidad necesaria para generar un reflejo muscular que se produce en el interior del oído medio.
Acúfenometría: mide el tipo de acúfenos que presenta el paciente y su intensidad.
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